En Busca del Imperio Invisible


¡Tanto se ha explorado allá afuera que hemos descuidado la exploración interior!... Todo ritmo interior, llamémoslo también, armonía interior, es una nota  de la sinfonía universal. Introducirnos en nuestro ritmo interior nos puede hacer participar de todos los ritmos de la creación. Viajar por el ámbito de nuestra armonía interior es como andar por el verdadero ámbito universal, donde nada es exclusivo de nadie y donde todo es de todos... 
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Ver la naturaleza eligiendo con los ojos cerrados un árbol ahora, un arroyo después, un amanecer más tarde, una montaña o un pájaro después, sintiéndose uno con el objeto elegido; esa actitud de llegar a ser lo visualizado nos sumerge en la energía universal, nos hacemos de la misma consciencia universal, percibiendo o sintiendo cómo lo universal de la armonía se materializa en los millones y millones de contornos de la creación... 


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Cuando miras en tu interior una flor cualquiera, en realidad estás haciendo contacto con la inteligencia que la creara o con la consciencia cósmica que la diseñara, y estás a la vez dejándote amar por su belleza, o si prefieres, estás dejándote absorber por el alma de la flor.
Cuando nosotros, cuando tú y yo nos acostumbremos a contemplar en nuestro interior el amor con que la naturaleza cuida y mejora lo que ella ha creado, tendremos el beneficio  de amar con el mismo amor que lo hace la naturaleza universal de la vida....


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Cuando el abrigo de la noche 
nos cobije, 
el amor de haber amado lo de afuera 
será en nosotros el amor 
de estar amando lo que somos!...


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La vida parece andar por una senda paralela a la que sigue el hombre, como si el hombre ya no fuera digno de ella. Si la vida en su esencia tuviera las mismas pasiones destructoras del hombre, hace rato que sólo escombros quedarían. En la íntima consciencia de la vida se oculta lo que el hombre aún no puede descubrir. Si lo descubriera en el estado actual de su agresividad, lo usaría en contra de sí mismo. El ejemplo está a la vista: 
Donde el hombre descuida, allí está la vida cuidando. 
Donde el hombre contamina y destruye, allí está la vida limpiando y construyendo. 
En resumen lo que la vida hace, el hombre lo deshace. Ni siquiera agrega lo que a ella le saca.
 


§ Extractos de "Eyadel"  ~ En Busca del Imperio Invisible, libro II" 
de Jorge Ahon Andari




3 comentarios:

Phivos Nicolaides dijo...

Me encanta el mar y la imagen es hermosa!

Especiales dijo...

Estupendo blog compañera, un saludo desde el sur del sur

BeTina dijo...

gracias "especiales" por la visita ;-) Cuando quieras... ya sabés, te espero en mis mares.
Abrazo!